
El Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam) alertó por el crecimiento de la desigualdad económica en el mundo, reflejado en que las cinco personas más ricas del planeta duplicaron su fortuna en tres años y que si no se revierte la situación, serían necesarios 229 años para eliminar la pobreza
La entidad, que presenta informes sobre desigualdad económica poco antes del inicio del Foro Económico Mundial que se realiza en la ciudad suiza de Davos, sostuvo que es «urgente una acción pública transformadora» que priorice los servicios públicos, defienda una mayor regulación de las empresas y que aplique «impuestos permanentes sobre la riqueza y los beneficios excesivos»
«Estamos asistiendo a lo que parece el inicio de una nueva década de gran división, en la que miles de millones de personas se enfrentan a los efectos económicos de la pandemia, la inflación y la guerra, mientras las fortunas de los milmillonarios crecen desorbitadamente», sostuvo el director ejecutivo interino de Oxfam, Internacional, Amitabh Behar.
También advirtió que «el creciente poder de grandes empresas y monopolios se ha convertido en una máquina de generación de desigualdades» en el que «mientras exprimen a las y los trabajadores, arman esquemas agresivos de elusión fiscal, privatizan los servicios públicos y aceleran el colapso climático, canalizan cantidades ingentes de riqueza hacia sus propietarios, ya ultrarricos».
Oxfam instó a los gobiernos a «reducir rápida y drásticamente la brecha entre los súper ricos y el resto de la sociedad» y para ello dio a una serie de recomendaciones, como «revitalizar el Estado» a fin de convertirlo en «dinámico y eficaz» y que garantice «la provisión de servicios públicos como la salud o la educación, así como explorar alternativas y bienes públicos en sectores como la energía o el transporte».
Por otra parte, reclamó «contener el poder empresarial poniendo fin a los monopolios y democratizando la regulación sobre patentes», legislando «a favor de salarios dignos, limitar los sueldos de los altos directivos, y aplicar nuevos impuestos a los súper ricos y las grandes empresas».