Encuestas versus apuestas; Kamala Harris vs. Donald Trump: las apuestas y las encuestas cada vez más cerca, pero…
Dos veces por día, a la mañana y a la tarde, estos son los últimos resultados de las encuestas, apuestas y modelos, para que los lectores estén al tanto y puedan tomar las mejores decisiones en base a quien apunta a ser el próximo presidente de los EEUU.
Las encuestas
El fracaso en política de los encuestadores individuales es proverbial; sin embargo, en el agregado las encuestas se han mostrado mucho más certeras. Esto no significa que los agregadores de encuestas estén libres de sesgos (vía el peso que le dan a los distintos resultados y consultores).
Un punto a tener en cuenta es que en los EEUU no existe la “veda electoral”, por lo que seguiremos proporcionando esta información hasta el momento mismo de las elecciones.
Las Apuestas
Ante el fracaso de las encuestadoras, a principios de siglo el mundo académico comenzó a ver como la “sabiduría de las masas”, que recogían las casas de apuestas, proporcionaba mejores resultados que las encuestadoras tradicionales, especialmente cuando las elecciones eran muy reñidas. A continuación, los últimos guarismo de las casas de apuestas según RCP.
Los Modelos
Además de las encuestas y las apuestas existen un sinnúmero de instituciones que han elaborado sus propios modelos, recogiendo un sinnúmero de datos y algoritmos probabilísticos, buscando predecir quien será el próximo presidente norteamericano.
Uno de los más conocidos es el que publica la gente de “The Economist”, un medio que es difícil definir como afín a Donald Trump.
Que pasó desde la mañana
Visto el fracaso de los distintos mecanismos predictivos, los analistas políticos mas experimentados aconsejan no descuidar el “momentum”, la tendencia creciente o decreciente que vienen experimentando esos resultados.
Esto nos enfrentaría al problema de cuál es el periodo óptimo para esta determinar esa “tendencia”, pero dado que comenzamos estos comentarios cinco días atrás, consideramos lo ocurrido en estos cinco días.
Por el lado de las encuestas, de entonces y según RCP el Trump trepó de 46.6% a 46.9% y Harris bajó de 48.45 a 48.3%, con los de “5.38” mostrando un movimiento en el mismo sentido, pasando el primero de 46.6% a 46.9% y la segunda de 48.1% a 47.9%.
De entonces el favoritismo de las apuestas en favor de “Trump presidente” cayeron del 61.8% a 53.6%, mientras las de Harris treparon del 36.9% a 45.1%, en tanto el modelo predictivo de la gente de The Economist pasó de 56% a favor del Republicano a 51% ahora, mientras la Demócrata subió de 44% a 49%.
Esta mayor volatilidad de las apuestas y los modelos la podemos explicar -además de la injerencia de los “Whales” -mega apostadores- y el “Flip-Flop” de posiciones (tomar posiciones contrarias a la original para minimizar riesgos- con fenómenos como el de ayer y hoy a la mañana, cuando a las ocho de la noche alguien apostó en Polymarkets un par de millones por Harris en la votación de Pennsylvania haciéndola pasar al frente (51% a 47%) en los modelos que consideran las apuestas “estado” por “estado” (PA es el estado “CLAVE”: aporta 19 electores). Para las tres de la mañana esto se corregía y Trump orillaba 54% a 47% mientras escribía estas líneas.
Si preferimos poner la lupa en las últimas horas vemos que los apostadores siguen pasándose de Donald Trump, quien aún mantiene la mayoría -ahora menos cómoda; 53.6% a 45.1%- hacia Kamala Harris, en tanto la agregadora de encuestas RCP le sumó un decimo a la probabilidad del rubio y dos a la morocha (48.5% a 48.3%) y los de “5.38” mantuvieron los números de Trump en la mañana y le dieron un décimo más a la Harris (46.9% a 48%) a la par que la gente de The Economist volvió a poner a Trump en primer lugar dándole una chance de 51% frente a 49%, merced a su crecimiento en Arizona.
Esto sugeriría que aún persiste una levísima ventaja en favor de Donald Trump, en un momento en que todos son “sospechosos” de parcialidad.
A grandes rasgos lo que se argumenta es que los Republicanos prefieren “castigar” sus números, para asustar y movilizar más su “núcleo duro”, y los Demócratas preferían “inflarlos” para motivar más a los electores menos politizados (NOTA: hay estados donde la última fecha de registración fue el 10 de octubre y otros como Colorado, Nueva York o California que lo permiten hasta el mismísimo día de la votación).
Ante este escenario, lo único que tenemos cierto es que en la medida que más y mas se van acercando las predicciones y mas y mas cercano sea el resultado de la elección del martes, más y más divida estará la sociedad norteamericana durante los próximos cuatro años.