El banco HSBC se va del país en medio de la crisis generada por Milei
Uno de los bancos más grandes del mundo decidió hacer las valijas y despedirse de la Argentina sorprendiendo al mundo de la economía y las finanzas. La noticia cayó como un baldazo de agua fría en el ámbito local, pero era algo que se venía imaginando desde hace un tiempo. Los rumores venían circulando y la decisión no es sorpresiva desde que está Javier Milei en la Presidencia del país.
El banco británico HSBC, que aterrizó en Argentina allá por los años ’90, siempre tuvo sus altos y bajos en el país. Si bien se las arregló para capear varias tormentas económicas, esta vez decidió cortar por lo sano y ponerle fin a su operación en el país. La pregunta del millón es: ¿por qué? ¿Qué fue lo que llevó a una institución tan grande a pegar el portazo? La respuesta, como siempre, es multifacética.
Para empezar, la economía argentina no está en su mejor momento. La inflación sigue siendo el monstruo que acecha día tras día, y la falta de previsibilidad económica es un dolor de cabeza constante para cualquier inversor. Pero, sin dudas, el panorama político también jugó un rol fundamental en la decisión de HSBC de marcharse. Con Javier Milei emergiendo como una figura política disruptiva, los mercados internacionales están mirando a Argentina con más desconfianza que nunca.
Un factor determinante en la decisión de HSBC de dejar el país
Aunque Milei no está directamente involucrado en las decisiones del banco, sus propuestas y su retórica incendiaria han generado un clima de incertidumbre que no le hace bien a nadie. Las promesas de dolarización, la eliminación del Banco Central y su discurso de dinamitar la casta política no pasan desapercibidos para los actores financieros internacionales. Muchos inversores ven en Milei un riesgo más que una solución a los problemas económicos de Argentina.
El hecho de que Milei esté ganando cada vez más terreno en la política local ha hecho que varios jugadores importantes en el mercado, como HSBC, decidan curarse en salud y retirarse antes de que la situación se vuelva aún más impredecible. El miedo a un cambio radical en las reglas del juego es, en parte, lo que ha llevado al banco británico a decir “hasta acá llegamos”.
Un futuro incierto
Para los empleados de HSBC en Argentina, la noticia fue un mazazo. No sólo se pueden quedar sin trabajo, sino que además pierden la seguridad de formar parte de una empresa con respaldo internacional. En el sector bancario, la salida de HSBC también podría generar un efecto dominó, ya que otros bancos internacionales podrían seguir sus pasos si la situación no mejora.
En resumen, la decisión de HSBC de irse de Argentina es el resultado de una combinación de factores económicos y políticos, donde la figura de Javier Milei ha jugado un papel no menor. Mientras el país sigue buscando estabilidad, la salida de uno de los bancos más importantes del mundo es un duro golpe que plantea más preguntas que respuestas sobre el futuro de la economía argentina.
El Destape