Reporteros Sin Fronteras (RSF) presentó hoy un informe en el que asegura que el periodista de la agencia de noticias Reuters Issam Abdallah, fallecido en un bombardeo en el sur de Líbano el 13 de octubre, así como otros seis corresponsales que sufrieron heridas, fueron tomados como «blancos», aunque no responsabilizó directamente al Ejército de Israel.
«Dos bombardeos de intensidades diferentes, con un intervalo de 37 a 38 segundos, impactaron el viernes 13 de octubre, hacia las 18, el lugar donde se encontraba desde hacía más de una hora un grupo de siete periodistas», estacionados en una ruta para cubrir las tensiones crecientes en la frontera, indica el informe.
«El primer bombardeo mató al fotoperiodista de la agencia Reuters Issam Abdallah e hirió gravemente a la corresponsal de AFP Christina Assi, en tanto que el segundo provocó el estallido del vehículo de Al Jazeera (…), hiriendo a varios de sus colegas», detalló RSF.
La ONG no cuestionó directamente al ejército israelí, pero indicó que «según el análisis balístico encargado por RSF, la zona de procedencia de los disparos se halla al este del lugar en que el grupo de periodistas y sus coches fueron tomados como blancos, donde se encuentra la frontera con Israel».
Los duelos de artillería entre Israel y el grupo armado libanés Hezbollah, así como las tentativas de infiltración de comandos palestinos en Israel desde esa zona, se multiplicaron desde el ataque del grupo islamista palestino Hamas a territorio israelí, el 7 de octubre.
Todos los miembros del grupo llevaban cascos y chalecos con la inscripción «Press» (prensa), por lo cual «es imposible que se los haya confundido con combatientes», explica en un video uno de los investigadores de la ONG.
Estaban además «a descubierto desde hacía más de una hora en una colina, es decir, que eran claramente visibles», subraya.
«Las primeras conclusiones de la investigación permiten establecer que los reporteros no fueron víctimas colaterales de los disparos», señala la organización, según el informe citado por la agencia de noticias AFP.
«El hecho de que hubiera dos bombardeos en el mismo lugar con un intervalo tan reducido (un poco más de 30 segundos), indica claramente que fueron blancos precisos» contra los que se apuntó, afirma RSF, insistiendo en que resulta «inverosímil que se haya confundido a los periodistas con combatientes».
Según dos periodistas que estaban en el lugar, interrogados por RSF, un helicóptero israelí Apache sobrevoló el lugar antes de la tragedia.
Las autoridades libanesas atribuyeron los bombardeos a Israel.
El ejército israelí indicó que realizaba verificaciones sobre lo ocurrido y «lamentó» el incidente.
La agencia de noticias AFP lleva a cabo su propia pesquisa y pidió a Israel y a Líbano que investiguen «en profundidad» lo sucedido.
La agencia Reuters también instó a las autoridades israelíes a llevar a cabo una «investigación rápida, en profundidad y transparente».