En la región de Tug Hill, al norte del estado de Nueva York, el invierno mostró su fuerza con una acumulación de nieve de hasta 117 centímetros en Barnes Corners. Este fenómeno, causado por el efecto lago del Lago Ontario, es un desafío habitual para los residentes, quienes enfrentan estas condiciones con una mezcla de preparación y resistencia. Kevin Tyo, un empresario local, describió durante una entrevista con The Associated Press la situación: “Seguimos cavando. Ayer estuvimos afuera todo el día arando”. Equipado con un arado en su camioneta, un tractor con balde y una máquina quitanieves, Tyo personifica la capacidad de adaptación de los habitantes de esta zona. Pero advierte: “Si no estás acostumbrado, quédate en casa. Si sales, ve más despacio”.
En Buffalo, otra de las áreas más golpeadas, la tormenta por efecto lago no solo puso a prueba a los residentes, sino también a los organizadores del partido de la NFL entre los Bills y los 49ers. La nieve continuaba cayendo en Orchard Park, sede del estadio, incluso horas antes del inicio del juego. Para mitigar el impacto, los directivos del equipo ofrecieron 20 dólares por hora y proporcionaron comida y bebidas calientes a los paleadores encargados de despejar el estadio. Según el Centro de Comunicación de Riesgos Meteorológicos del Estado de Nueva York, los acumulados dependerían de si las bandas de nieve se desplazaban o permanecían sobre el área.
Las autoridades de Nueva York y Pensilvania se movilizaron rápidamente ante el embate de las nevadas. En Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul destacó la preparación del estado, que incluyó el despliegue de quitanieves, miles de trabajadores y el envío de personal de otras regiones para apoyar las labores de emergencia.
Nevadas paralizan el noreste del país
“Estamos allí con refuerzos y para asegurarnos de que todos puedan viajar de manera segura, especialmente durante este fin de semana festivo tan ajetreado”, aseguró Hochul en entrevista con la televisora local WWNY-TV.
Mientras tanto, en Pensilvania, el gobernador Josh Shapiro declaró un estado de emergencia en el condado de Erie, donde la nieve acumulada ya alcanzaba 1 metro, tal y como reportó AP. Durante las primeras 24 horas de la tormenta, la policía estatal atendió cerca de 200 incidentes, y las carreteras principales, como la I-90, permanecieron cerradas en varios tramos debido a las condiciones peligrosas.
Las fuertes nevadas no solo afectaron la movilidad y las actividades cotidianas, sino que también trajeron beneficios inesperados para la industria turística invernal. En Michigan, donde se registraron acumulaciones de hasta 63 centímetros en Gaylord, los centros de esquí celebraron el inicio temprano de la temporada. El Treetops Resort, que cuenta con 32 hectáreas de terreno esquiable, ya prepara sus máquinas para fabricar nieve antes de su apertura oficial.
“Cuando hay tanta nieve, es genial para las colinas nevadas, pero es malo para los estacionamientos, por lo que estamos cavando para recuperarnos”, comentó Doug Hoeh, director de recreación del resort, durante un diálogo con AP.
Además, los eventos públicos, como el partido de la NFL en Buffalo, ilustran el impacto social de estas tormentas. A pesar de las adversidades, los aficionados y organizadores demostraron determinación para llevar a cabo actividades deportivas bajo condiciones extremas. Esto resalta cómo las comunidades encuentran maneras de adaptarse a los desafíos del invierno, incluso en las circunstancias más difíciles.
El fenómeno de nieve por efecto lago continuará afectando a las regiones del este de los Grandes Lagos, con acumulaciones adicionales previstas de entre 30 y 60 centímetros hasta el lunes, de acuerdo con reportes de Associated Press. Este patrón climático se debe a la interacción entre el aire cálido y húmedo que asciende desde los lagos y el aire frío y seco que domina la región. Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), las temperaturas permanecerán entre 10 y 20 grados Fahrenheit por debajo de la media, y el aire ártico continuará desplazándose hacia el este de Estados Unidos.
En términos de infraestructura, se prevé que las demandas sobre los servicios de emergencia y los equipos de limpieza de carreteras sigan siendo altas, con riesgos adicionales de obstrucciones en accesos clave. Mientras tanto, las comunidades locales y las autoridades gubernamentales deberán mantenerse en alerta ante la posibilidad de que estas condiciones persistan o se intensifiquen.