De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE) Sheinbaum, del frente Sigamos Haciendo Historia, cerca del 60% de los mexicanos apoyó la continuidad en una elección histórica que supera incluso los apoyos cosechados por el presidente López Obrador hace seis años cuando obtuvo un 53,19 por ciento de los votos.
Muy lejos, con un 28% aparece su principal rival, la empresaria Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición conservadora Fuerza y Corazón por México, integrada por el PAN, el PRI y el PRD, que se no tardó en reconocer la victoria de Sheinbaum.
La alianza ganadora “Sigamos hacienda historia” -que incluye a Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México- no sólo venció en la carrera presidencial: también reforzó sus mayorías en el Senado y la Cámara de Diputados, una variable del poder institucional que facilitará la agenda de Estado de la presidenta electa.
Sheinbaum tiene como prioridad enfrentar al delito organizado, asumiendo que es una exigencia de la sociedad expresado en la cantidad de votos que recibió en las zonas calientes de México.
No será una tarea fácil. Las bandas delictivas tienen fondos para corromper, manejan una fuerte logística con control territorial y no respetan a ninguna autoridad del gobierno nacional. Además está el tráfico de Fentanilo hacia Estados Unidos, que torna más compleja la solución a una espiral de violencia que no cesa.
De hecho, la violencia política fue la constante en los últimos meses y ensombreció la campaña electoral. E incluso siguió ayer durante la jornada electoral. A los veinticinco candidatos asesinados en los últimos meses, según datos de las autoridades federales, se sumó ayer el caso de Israel Delgado, un candidato a síndico que fue asesinado en Cuitzeo, Michoacán.
En el Estado de Chiapas, en la frontera con Guatemala, los municipios de Chicomuselo y Pantelhó vieron suspendida las elecciones por una serie de ataques criminales. También detonaron un aparato explosivo en una sede local del INE, en el municipio de Acámbaro, en el Estado de Guanajuato, en el que no se registraron heridos. Otros hechos menos graves, en particular algunos ataques a casillas de votación, se verificaron también en otros Estados