Horas después del brutal asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en pleno Quito, una candidata a legisladora de Ecuador fue baleada este jueves cuando andaba en auto por la ciudad de Quevedo, en la provincia central Los Ríos.
La víctima del ataque fue Estefany Puente, candidata a integrar la Asamblea Nacional (AN, parlamento) en las elecciones del 20 de este mes.
Puente iba en auto junto a su padre y un colaborador, cuando el vehículo fue interceptado cerca del mediodía por dos desconocidos que efectuaron varios disparos sobre el parabrisas, en dirección a Puente, y escaparon.
Uno de los balazos rozó el brazo izquierdo de la candidata, según los diarios locales El Universo y Primicias.
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran el parabrisas del vehículo destruido por las balas y vidrios rotos esparcidos en el suelo.
El hecho ocurrió en medio de la conmoción causada por el asesinato de Villavicencio, quien era uno de los favoritos para las elecciones presidenciales del domingo 20, en los que se elegirá a quien deberá completar el mandato del actual jefe del Estado, Guillermo Lasso.
Cómo fue el asesinato de Fernando Villavicencio
Villavicencio fue atacado a tiros a la salida de un acto electoral en pleno centro de Quito. Según el médico Carlos Figueroa, amigo de la víctima y que lo acompañaba en el momento del ataque, hubo como 30 disparos. El diario El Universo señaló que Villavicencio fue asesinado “al estilo sicariato y con tres tiros en la cabeza”.
Villavicencio era uno de los ocho candidatos inscriptos para la elección presidencial del 20 de agosto. El político de 59 años figuraba entre los favoritos, con un 13% de intenciones de votos. Era una figura reconocida por haber denunciado en el pasado diversos casos de presunta corrupción gubernamental.
“El 20 de agosto, compañeras y compañeros, se decide entre la mafia y la patria. O triunfan los mafiosos, o regresan los mafiosos, o la gente buena, los demócratas, la gente valiente gana la batalla, gana la patria”, sostuvo.
Ecuador vive una guerra abierta entre distintos carteles narcos que en los últimos años penetraron en lo más profundo del tejido político y económico de Ecuador para intentar quedarse con el negocio de la exportación de droga, que principalmente se envía a Estados Unidos, México, Europa y en parte a África.
Las estadísticas hablan por sí solas. Según el último informe de la Policía nacional, entre enero y junio de este año se registraron 3513 asesinatos, lo que representa un aumento del 58% con respecto al mismo período de 2022. Es, ni más ni menos, que un baño de sangre.