Las imágenes difundidas por la Aduana belga muestran que la droga estaba camuflada en esos alimentos, una modalidad utilizada de forma frecuente por los narcotraficantes para hacer pasar las sustancias. En este caso estaban debajo de budines y alfajores de la marca Portezuelo.
No hay funcionarios uruguayos investigados por la cocaína detectada en Bélgica
La investigación es aún muy primaria y se están comenzando a recabar las primeras informaciones, por lo que todavía no hay ningún funcionario que esté siendo investigado, informó El País. También se desconoce si el destino final de la mercadería era Bélgica, aunque una de las hipótesis es que buscaban su distribución hacia otros países de la región.
El contenedor en el que viajaba la droga fue escaneado en el puerto de Montevideo en noviembre y los funcionarios aseguran que no supieron que se trataba de un cargamento de cocaína. “El protocolo se cumplió”, declaró al diario uruguayo el presidente del sindicato de funcionarios aduaneros, Roberto Valdivieso. Aunque admitió: “Con el escáner que se sigue usando es imposible darse cuenta de lo que hay adentro”.
La Policía Judicial de Amberes, en tanto, inició una investigación “a gran escala” sobre el tráfico de drogas, algo que fue replicado en Uruguay, según informó La Diaria.
No es la primera vez que se incauta droga en Europa en un barco que tuvo su paso por el puerto de Montevideo. En julio, en el puerto de Hamburgo (Alemania), fueron encontradas 10 toneladas de cocaína escondidas en contenedores que salieron del puerto de Paraguay y pasaron por Montevideo.
En este caso, los contenedores de cocaína partieron de Paraguay a mediados de mayo en barcazas que supuestamente transportaban sésamo. Los contenedores llegaron a Uruguay a mediados de mes y estuvieron en la terminal hasta el 2 de junio. Después, pasaron por seis puertos brasileños, uno africano y dos europeos, antes de llegar al destino final.