Cómo ver desde hoy el “Cometa del Siglo” en Argentina y otros países de la región
Detectado en enero de 2023, este cometa se convertirá en uno de los eventos celestes más observados. Su acercamiento promete revelar secretos de la formación del universo
Un espectáculo astronómico único en varias décadas se aproxima a la Tierra. El “Cometa del Siglo”, conocido oficialmente como C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), iluminará los cielos de Argentina y otros países de la región en los próximos meses. Este cuerpo celeste, proveniente de la nube de Oort, no se ha acercado tanto a nuestro planeta en los últimos 26.000 años, generando gran expectativa entre astrónomos y aficionados por igual.
La llegada de este visitante cósmico ha generado una gran expectativa en la comunidad científica y entre los entusiastas de la astronomía. Los cometas, considerados restos del material primordial que formó el sistema solar, ofrecen una oportunidad única para estudiar de cerca la composición y los procesos que dieron forma a nuestro vecindario cósmico hace miles de millones de años.
Qué se sabe del “Cometa del Siglo”
El C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) fue descubierto en enero de 2023 por astrónomos del Observatorio Tsuchinshan en China y confirmado posteriormente por el programa ATLAS en Sudáfrica. Se espera que alcance su máximo brillo a finales de septiembre y principios de octubre, coincidiendo con su paso más cercano al Sol (perihelio).
Una de las características más notables de este cometa será su brillante y larga cola, formada por el polvo y los hielos que se desprenden de su núcleo al calentarse por la radiación solar. Aunque es difícil predecir con exactitud su luminosidad, los expertos coinciden en que podría ser visible a simple vista o con la ayuda de binoculares en algunas regiones.
Cuándo y cómo se recomienda ver el “Cometa del Siglo” en Argentina
En Argentina, las mejores fechas para observar el C/2023 A3 serán entre el 27 de septiembre y el 2 de octubre, cuando alcance su perihelio. Durante estos días, el cometa será más visible en el cielo matutino, justo antes del amanecer, en dirección este.
Se recomienda buscar un lugar elevado y libre de obstáculos en el horizonte oriental para lograr una mejor vista. El uso de binoculares o telescopios de baja magnificación (como 7×50 o 10×50) mejorará considerablemente la experiencia, permitiendo apreciar detalles de su cola y núcleo.
Cuándo y cómo se podrá ver el “Cometa del Siglo” en otros países de la región
Aunque el hemisferio sur tendrá un mejor ángulo de observación a finales de septiembre, el cometa también será visible en el hemisferio norte a principios de octubre. En latitudes más bajas del norte, podría ser visible un poco antes.
Para los países del hemisferio norte, las fechas más recomendadas para observar el C/2023 A3 serán del 10 al 12 de octubre, cuando se verá después de la puesta del sol en el cielo vespertino.
Por qué y cómo se forman las colas de los cometas
Las impresionantes colas que exhiben los cometas se forman debido al calentamiento que experimentan al acercarse al Sol. El calor provoca la sublimación de los hielos presentes en su núcleo, liberando grandes cantidades de polvo y gas que forman una nube (coma) alrededor del núcleo.
La radiación y el viento solar empujan estas partículas de polvo y gas, formando la característica cola que se extiende por millones de kilómetros en dirección opuesta al Sol. La cola de polvo, iluminada por la luz solar, es la responsable del brillo visible desde la Tierra.
El avistamiento del “Cometa del Siglo” será un evento astronómico excepcional que no se repetirá en varias décadas. Tanto en Argentina como en el resto de la región, el cielo se iluminarán con un espectáculo celestial único, brindando una oportunidad inmejorable para presenciar de cerca la belleza y los misterios que aún nos ofrece el universo.
Más allá del deleite visual, el paso del C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) representa una oportunidad invaluable para los científicos de profundizar en el estudio de estos fascinantes cuerpos celestes. El análisis de su composición y comportamiento podría arrojar luz sobre los procesos que dieron forma al sistema solar hace miles de millones de años.