Agredieron a una bombera en Sáenz Peña cuando se acercó a apagar un incendio
Un incendio en el barrio San José esta tarde causó la llegada de una dotación de bomberos voluntarios que fue agredida por un grupo de vecinos.
Momentos de tensión vivieron integrantes de Bomberos Voluntarios de Sáenz Peña cuando llegaron hasta el barrio San José y fueron agredidos por los vecinos de la zona en medio de un incendio.
Selene Gómez, una de las bomberas presentes en el lugar, denunció haber recibido un fuerte golpe en la cabeza que la hizo perder el casco de seguridad. En diálogo con Diario Chaco, relató: «Una persona me propinó un golpe bastante potente. Me hizo volar el casco y la máscara. Perdí uno de los filtros de la máscara, por lo que tuve que trabajar sin máscara».
«La gente estaba muy violenta. Nos insultaron todo el tiempo. Entiendo la desesperación. Imagino lo que es sentir que se te prende fuego todo, pero estábamos ahí para controlar el fuego. Sin embargo, nos agredieron y nos insultaron todo el tiempo», comentó.
Según confirmó Diario Chaco, el incendio se produjo por una quema de pastizales en el barrio San José. El fuego avanzó rápidamente hacia las viviendas del lugar, y una de ellas sufrió la rotura de un vidrio, lo que provocó el ingreso descontrolado de humo al domicilio. Sin embargo, no hubo mayores daños materiales ni tampoco personas heridas.
En este sentido, Gómez explicó: «La casa afectada fue una que linda con ese baldío de la laguna, que tuvo contacto la pared, con el fuego. Obviamente, el calor hizo que explotaran las ventanas y el humo ingresó a la casa».
A pesar de que todas las casas de la cuadra tuvieron contacto con el fuego, los bomberos voluntarios fueron capaces de controlar la zona. A final de cuentas, hubo agradecimientos a los vecinos que colaboraron.
«Uno de los vecinos, mientras estábamos trabajando, nos ofreció repostar agua en su taller. Hay gente que colaboró, hay que reconocer que no todos estaban tan exaltados así. Hay gente que nos ofreció agua, que nos juntó las herramientas que nosotros íbamos dejando tiradas, íbamos cambiando las herramientas de trabajo y no teníamos tiempo de guardarlas. Hubo vecinos muy amables, y vecinos muy violentos también», lamentó la bombera.