Además, el organismo argumentó que en cuatro años los ingresos crecerán hasta en 4.400 millones de dólares, lo que representa un total de 19 millones para cada uno de los países miembro.
Si se concreta el proyecto, a partir del Mundial de 2026, con el nuevo formato de 48 participantes, se cree que los ingresos de venta de entradas, derechos de televisión y publicidad pasará de 7 mil millones a 11.400 millones de dólares.
También se habló de la creación de un nuevo «fondo de solidaridad» calculado en 3.500 millones de dólares para los primeros cuatro años.
Luego de la reunión, Infantino y Wenger brindaron una conferencia de prensa y allí dejaron en claro que la FIFA tiene los votos para aprobar el proyecto en la Asamblea General programada para marzo del año que viene pero que seguirán con el debate.
«La mayoría se mostraría a favor (del proyecto). Nosotros queremos mejorar al fútbol y vamos a continuar con el diálogo», aseguró Infantino.
La propuesta de la FIFA también tiene en cuenta que organizar la Copa del Mundo cada dos años podría aumentar en 80 mil millones de dólares el PBI mundial en un ciclo de 16 años y la creación de un millón de puestos de trabajo en todo el mundo.
Para el mandatario del fútbol mundial, este cambio es importante para retener la atención del público joven. «Si no queremos perderlos, tenemos que ofrecerles esto», afirmó.
La discusión seguirá en agenda pero Infantino ya advirtió que cuenta con los votos para aprobar su proyecto aunque tampoco pretende dejar a afuera a europeos y sudamericanos, los dominadores del palmarés de los Mundiales desde 1930.